Otra vez llueve.
Llueve desde hace días.
Seguro que me observa.
La gente corre por la calle.
No se quieren mojar.
Seguro que me escucha.
—Pon música!
El aparato está en silencio.
En realidad no quiero oír nada pero me apetece escuchar a alguien, a algo...
—¿Qué quieres oir? Dice la cosa del mueble junto a la ventana.
Le pregunto qué es lo importante en la vida...
Me dice que no entiende la pregunta pero que hay una oferta de electrodomésticos en una tienda de electrodomésticos junto a mi casa.
Le digo que gracias y que se apague.
Pero en vez de apagarse dice que el euribor ha subido medio punto y no-se-qué de la hipoteca media.
Le digo que me da igual y que no me ha respondido...
Y ahora dice que lo siente pero que tampoco entiende la pregunta pero que Italia ganó el mundial de fútbol hace no-se-cuantos-años.
Llueve barro y cada vez hay menos gente en la calle.
Los coches pisan charcos marrones
La humedad lo empapa todo y hay un brillo raro en las cosas sucias.
Todo el día esperando porque todo es esperar. Se está haciendo de noche.
De pronto, escucho un ruido en el salón y enciendo las luces.
Veo que se ha sentado en el sofá y veo que come unas galletas y que se le caen. Veo que está cansado...
Mientras oigo como crujen las galletas le pregunto si quiere escuchar las preguntas más importantes que puede hacerse un ser humano...
En la calle solamente queda barro. Y en este piso y en el piso de al lado y en el de arriba y en el de abajo empiezan a hacerse..., las mismas preguntas...
Estas son las 100 primeras cuestiones que la IA considera relevantes para el ser humano (https://chat.openai.com/)